lunes, 25 de abril de 2016

El fraude Chernobyl


LA MANIPULACIÓN DE UNA TRAGEDIA





Según Wikipedia, el accidente de Chernobyl fue un accidente nuclear sucedido en la central nuclear Vladimir Ilich Lenin (a 3 km de la ciudad de Prypiat, actual Ucrania) el sábado 26 de abril de 1986. Considerado, junto con el accidente nuclear dfe Fukushima I en Japón de 2011, como el más grave en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares (accidente mayor, nivel 7), constituye uno de los mayores desastres medioambientales de la historia.

¿Pero esto es realmente así o solo se trató de una manipulación de la tragedia?

Como hago siempre, cotidianamente recorro Internet para ver qué es lo que encuentro, y siempre, curiosamente, hallo que alguien se ha tomado el trabajo de investigar.

Naturalmente consulto, antes de armar la página, con los profesores del Grupo Ruanel, que en este caso me confirmaron la manipulación.

Entre los muchos artículos que denuncian el fraude, he escogido uno que me pareció el más exhaustivo. Lo reproduzco a continuación para que cada uno saque sus propias conclusiones.



CHERNOBYL, El FRAUDE MÁS ESCANDALOSO DEL SIGLO XX

por Marcin Rotkiewicz, en colaboración con
Henryk Suchar y Ryszard Kaminski

Publicado en la revista Polaca WPROST, No 2
(Enero 14th , 2001)

http://www.mitosyfraudes.org/Nuke/Bluff.html

La explosión en el reactor nuclear de Chernobyl no pertenece al grupo de las peores tragedias del Siglo XX. La explosión no mató a miles de personas, ni tampoco contaminó a enormes áreas durante cientos de años.

Veintitrés minutos después de la una de la mañana del 26 de abril de 1986, una violenta explosión ocurrió en la unidad No. 4 de la planta nuclear de Chernobyl, en Ucrania. Grandes cantidades de material radioactivo fueron lanzados a la atmósfera. El mundo entró en pánico -empeorado por la falta de información confiable bloqueada por la censura del gobierno de la Unión Soviética. Los titulares de prensa en occidente gritaban: “Hecatombe en Chernobyl” “Hiroshima, Nagasaki, Chernobyl” “Muerte desde Chernobyl” Respetables diarios y revistas anunciaban: “Miles de cuerpos están siendo sepultados en Chernobyl.“ La atmósfera de miedo que comenzó a desarrollarse paraliza a la opinión pública todavía en nuestros días.

Cuando en realidad el accidente de Chernobyl no representa una de las tragedias más grandes del Siglo XX, la explosión no mató a miles de personas, ni tampoco contaminó enormes áreas durante cientos de años. Más aún, las dosis de radiación a las que fueron expuestas las poblaciones de Rusia, Ucrania y Bielorusia casi no han tenido impacto sobre su salud -esta gente no sufre de leucemia con mayor frecuencia, ni dan a luz más niños con defectos congénitos.

Esas son las conclusiones del reciente informe del UNSCEAR (United Nations Scientific Committee on the Effects of Atomic Radiation, o Comisión Científica de las Naciones Unidas sobre Efectos de las Radiaciones Atómicas), que fue preparado por los 142 más prominentes expertos de 21 países. Pero después de 15 años desde el accidente está claro que este evento fue bien usado por las organizaciones ecologistas y antinucleares. “Gracias” al “desastre de Chernobyl” el desarrollo del programa de energía nuclear ha sido demorado por varias décadas.


La planta nuclear de Chernobyl está rodeada
por una zona cerrada de 30 kilómetros

Muerte por miedo, o cómo mucha gente fue
realmente herida por la explosión de Chernobyl

De acuerdo con los autores del informe del UNSCEAR, sólo 134 miembros del personal de la planta y de los equipos de emergencia fueron expuestos a muy elevadas dosis de raqdiación ionizante, y subsecuentemente sufrieron de la “enfermedad aguda de radiación”. Veintiocho de ellos murieron a causa de la radiación y dos a causa de quemaduras generales. Esas fueron las únicas muertes registradas.

Cerca de unas 381.000 personas que estuvieron encargadas de la eliminación de las consecuencia del accidente resultaron expuestas a dosis de radiación ligeramente superior a los 100 mSv (miliSievert). Se cree que una sola dosis de 2.000 mSv impone un riesgo de muerte. Del examen de esa gente ocupada en los trabajos posteriores al accidente se obtuvo la conclusión de que son actualmente más saludables que el común de la gente no expuesta a la radiación -según dice el profesor Zbigniew Jaworowski, del Laboratorio Central de Protección Radiológica y uno de los coautores del informe, que desde 1973 representa a Polonia en el UNSCEAR.

Como se declara en el informe del UNSCEAR: “Catorce años después de del accidente de Chernobyl no existe ninguna evidencia científica de una aumento de la incidencia de cáncer, aumento de la mortalidad, o la ocurrencia de otras enfermedades atribuibles a la radioactividad.” Por otro lado, se ha observado un significativo aumento de la incidencia de desórdenes psicosomáticos relativos a los sitemas respiratorio, digestivo y nervioso. Pero estos desórdenes no han sido causados por la radiación sino poe el miedo. La gente tiene miedo de haber sido expuesta a radiación, o que viven en territorio contaminado y ue algún día desarrollarán cáncer.

“Los científicos jamás han publicado ese tipo de basura, como la servida por los medios sobre las consecuencias del accidente de Chernobyl“ -dice el Profesor Leonid Andreyevich Ilyin, del Instituto de Biofísica del Ministerio de Salud de Rusia, quien participó en el programa de la eliminación de las consecuencias del desastre, y representa a Rusia en el UNSCEAR. Según el Profesor Ilyin: “Los medios de prensa exageraron esta tragedia, una y otra vez al prestar oídos a varios “expertos”. Por ejemplo, muy recientemente una publicación quincenal de Rusia “El Eco del Planeta” afirmó que Chernobyl había sido el peor desastre de la segunda pare del Siglo XX. En el artículo publicado allí se descubren estimaciones totalmente inventadas sobre las consecuencias de este accidente, porque ¿cómo tendríamos que juzgar a la información de que 300.000 personas resultaron muertas? De hecho, las consecuencias más peligrosas son las de índole psicológica, que han sido causadas por el miedo y la reubicación de las poblaciones de áreas que fueron consideradas (muy apresuradamente) como riesgosas.


Casi 400.000 personas participaron en la
eliminación de las consecuencias del accidente

Chernobyl, o una Paranoia Galopante

Con anterioridad se había arribado a conclusiones similares. En marzo 1996 la revista semanal The Economist había publicado un artículo bajo el significativo título “Chernobyl, cáncer y paranoia galopante”, indicando que el impacto de la radiación sobre la salud fue bien pequeño. Mucho peor son las consecuencias del miedo y la ignorancia -la gente no supo, y aún no lo sabe, cuál era el peligro real. Y éste es el más grande de los problemas relacionados con la salud causado por el desastre de Chenobyl -escribe The Economist.

Inmediaramente después del desastre, miles de mujeres embarazadas de Ucrania y Bielorusia decidieron, o fueron persuadidas por los médicos, de realizarse un aborto. La cantidad de abortos en esas dos naciones Soviéticas durante 1986-97 fue igual a la tercera parte del total de niños nacidos en la Europa Oriental. En algunas regiones la cantidad de pérdidas naturales del embarazo dió un salto hasta el 25%. ¿Por qué? Las mujeres tenían miedo de dar a luz a mutantes. Mientras tanto, después del desastre, el número de niños nacidos con serios defectos en Ucrania no ha aumentado -asegura el Dr. Herwig Paretzke, del Instituto de Protección Radiológica en Munich

El SIGLO XX, UNA CENTURIA DE DESASTRES
AÑO Tipo de desastre Ubicación Muertos
1921 Explosión en planta química Oppau (Alemania) 561
1942 Explosion de polvo de carbón Mina Honkeiko (China) 1572
1947 Explosión de Fertilizante Texas City (USA) 562
1956 Explosión de Dinamita Cali (Colombia) 1100
1957 Incnedio de Reactor Windscale (Gran Bretaña) 0
1959 Fallo en Dique Fluvial Frejus (Francia) 421
1963 Derrame de Dique (108 m3) Vaiont (Italia) 2600
1975 Explosión en una mina Chasnala (India) 431
1976 Derrame químico Seveso (Italia) 0
1979 Accidente en planta de armas bio-químicas Novosibirsk (Rusia) 300
1979 Derretido Núcleo de Reactor Three Mile Island (USA) 0
1984 Explosión de gas natural Ciudad de México (México) 452
1984 Fuga de gas tóxico Bhopal (India) aprox. 15.000
1986 Derretido Núcleo de Reactor Chernobyl (Ucrania) 30
Por otro lado, el aumento en la cantidad de niños nacidos con defectos genéticos ha sido simplemente imposible -afirman los expertos del UNSCEAR. Aun después de las más altas dosis de radiación incurridas por gente a causa de las explosiones atómicas de Hiroshima y Nagasaki (cientos de veces más altas que las dosis de Chernobyl y absorbidas en una fracción de segundo), no se han observado desórdenes genéticos de ninguna clase en los descendientes de los sobrevivientes de los ataques nucleares en Japón.

El único impacto sobre la salud, de la liberación de material radioactivo a la atmósfera, pueden ser los 1800 casos de casos de cáncer de tiroides en niños, registrados en Ucrania, Bielorusia y Rusia. Esta evidencia, sin embargo, es algo dudosa. El cáncer de tiroides inducido por radiación se desarrolla sin ser notado durante 6 a 9 años. Mientras tanto, el aumento de los casos se había notado ya después de sólo un año desde el accidente. No se ha encontrado ninguna correlación entre la exposición de niños a diversas dosis de radiación y la incidencia de cánceres de tiroides. Los expertos del UNSCEAR piensan que este aumento en la incidencia del cáncer puede haber sido causada por otra cosa y no la radiación -por ejemplo, por los llamados “cánceres mudos”. Tales cánceres no presentan síntomas clínicos a lo largo de la vida del paciente. Hasta la explosión de Chernobyl no se habían realizado exámenes de este tipo en Ucrania, Bielorusia y Rusia, de tal modo los equipos médicos de todas partes del mundo descubrieron sólo algo que existía de manera independiente al desastre.

Tampoco se halló entre los habitantes Polacos de la región oriental del país ningún aumento en el cáncer de tiroides inducida por la radiación. “Durante la noche del 28 al 29 de abril de 1986 fuí llamado al comité Central del partido Obrero Polaco, como experto en asuntos de contaminación radiológica,” recuerda el Profesor Zbigniew Jaworowski. “Hicimos consultas secretas, pero aun los notables del Partido no sabían qué estaba ocurriendo en Chernobyl. La Unión Soviética impuso un bloqueo total a la información. Entonces, basándome en el conocimiento de nuestras propias mediciones, presenté algunos escenarios posibles. También propuse que se debía administrar a los niños Lugol líquido (una solución de compuestos estables de iodo, logísticamente más adecuado que las grageas de ioduro de potasio) para proteger a la glándula tiroides contra la absorción del iodo radioactivo.

Los Americanos nos felicitaron por la ejecución efectiva de esta acción, pero hoy estoy convencido de que esta acción fue innecesaria. Pero entonces, en 1986, era la decisión correcta a la luz de la información que teníamos, y por el aumento del aire contaminado que ingresaba a Polonia. Pero el conocimiento actual de la contaminación de la población de Polonia indica que el riesgo era mucho menor de lo que creíamos entonces.”


En 11 días se reubicaron 116.000 habitantes
de la vecindad de la planta nuclear.

Zona Libre de Contaminación, o cuánta tierra había sido
realmente degradada por la explosión de Chernobyl

El área altamente contaminada en la vecindad de la central nuclear de Chernobyl mide apenas medio kilómetro cuadrado! Tal es la conclusión de los mapas incluidos en el informe del UNSCEAR. Por otro lado, la mayor parte del territorio que rodea a la planta no impone ningún riesgo para la salud humana. ¿Por qué existe entonces un área despoblada de 30 km alrededor de la central? ¿Por qué se han reubicado a los habitantes de la ciudad de Prypiat? ¿Por qué esta ciudad permanece clausurada hasta el día de hoy?

El reasentamiento fue implementado velozmente y a una gran escala. En los primeros 11 días (desde el 27 de abril hasta el 7 de mayo de 1986) 116.000 personas fueron obligadas a cambiar su lugar de residencia. “La decisión de la reubicación fue tomada sin atender la opinión de los científicos Rusos, que sugerían que a la matoría de las personas que vivían en las cercanías de la cen-tral nuclear debían ser dejadas en su lugar,” dice Michael Waligórski, el jefe del Departamento de Física de la Salud en el Centro de Oncología en Cracovia, Polonia. “La gente reubicada no murió de dosis letales de radiación, sino a causa de altos niveles de estrés. Nostros observamos reacciones al estrés similares en Polonia, durante la inundación de 1997. Mucha gente murió, no ahogadas, sino a causa de ataques del corazón,” agrega Waligórski.

La ciudad de Prypiat y una gran parte de la zona cerrada de 30 km alrededor de la central son de hecho habitables! las mediciones radiológicas llevadas a cabo por equipos internacionales muestran claramente que el nivel de radiación en esta región no es dañina para los humanos. La dosis promedio para las áreas contaminadas es de sólo 8 mSv por año, y en las partes más contaminadas con material radioactivo -de 30 a 80 mSv. Cuartenta por ciento de esta dosis proviene del radón, un gas noble liberado por el radio contenido en la corteza terrestre y en los materiales de construcción. Todos los isótopos radioactivos artificiales producidos por los ensayos de las armas nucleares, por la energía nuclear, y por el accidente de Chernobyl, etc., contribuyen a la exposición de los habitantes de Polonia en 0,036 mSv anuales.

Cómo Chernoby llegó a ser una mentira

Mientas las autoridades Ucranianas estaba clausurando con solemnidad los últimos reactores nucleares de chernoby en el 2000, la prensa, radio, y las cadenas de televisión de todo el mundo estaban aún desparramando las visiones Apocalípticas del desastre. En despachos de agencias notociosas de Polonia, uno podía leer lo siguiente: “La cantidad de víctimas en Ucrania de la explosión nuclear excedieron las 4.000, y 3,5 millones de personas sufren en diversos grados la contaminación radioactiva. (…) Hasta el día de hoy no hat información sobre el número de vidas tomadas por el desastre, que varias fuentes estiman entre 15 y 30 mil.”

Los informes de la TV mostraron otra vez la desierta ciudad de Prypiat, ubicada a una docena de kilómetros de la central nuclear, y a los niños que habían sido horriblemente deformados; recontando las trágicas historias de los que fueron reubicados de la “zona de muerte de 30 km”, citaron a aquellos que se hallaron a ellos mismos entre “los 3,5 millones de personas afligidas por las consecuencias del accidente” y: “¿Cuánto viviré, quizás en un año, o una semana el doctor me dirá que tengo leucemia?”

Desde un principio, los medios estaban promocionando una visión trágica y exagerada del desastre. En mayo de 1986, la prensa de los EEUU informaba que la explosión del reactor había matado a 80 personas de inmediato, que otros 2000 más habian muerto camino de los hospitales, y que sus cuerpos no eran enterrados en los cementerios sino en un lugar llamado Pirogovo, donde existe un repositorio de residuos nucleares. El gigantesco titular del New York Post anunciaba: “Tumba masiva -en Kiev 15.000 cuerpos humanos son empujados por topadoras a los pozos de basura”, mientras que el National Enquirer describía a una gallina mutante de 2 metros de altura, capturada por cazadores en los bosques cercanos a Cherobyl.

Lo interesante del asunto es que historias igualmente absurdas aparecieron en la prensa no sólo en tiempos en que las autoridades soviéticas impedían la obtención de información confiable sobre el accidente, sino también muchos años después. En 1990, el principal diario de Noruega, Aftenposten publicó un largo artículo titulado “Chernobyl-Una Pesadilla Constante.” Este artículo fue ilustrado son las fotos tomadas por un fotógrafo Polaco llamado Wojciech Laski, mostrando a dos niños con serios defectos congénitos (uno de ellos, con un solo brazo), supuestamente causado por la radiación. Cinco años después, el 13 de octubre de 1995, Reuters informó que 800 mil niños habían sido afectados por las consecuencias del accidente de Dhernobyl, que era “tan terrible como un ataque nuclear”.

Dosis Promedio de Radiación Ionizante mSv/a
Causadas por el Accidente de Chernobyl
Chernobyl (1992)
Prypiat (1992)

4.9
25

De fuentes naturales (suelo, rocas)
Promedio en Polonia 2.4
Estación Grand Central Station en New York City 5.4
Kerala (India) 9
Una región en Noruega 10
Una región en Suecia 35
Guarapari (Brazil) 37
Tamil Nadu (India) 53
Una casa en Ramsar (Iran) construida hace 100 años 89-132
Fuente: UNSCEAR, Jovanovich, Sohrabi – Datos de 1993.



1) Prypiat – una ciudad abandonada



2) Maria Pietrovna Shovkuta regresó a Opatycha, 15 kilómetros de Chernobyl, un año después del accidente. Ella no se queja de su salud, y come los alimentos que cultiva en su tierra.

En octubre de 200, la televisión Francesa mostró una película sobre el desastre titulada “Chernobyl, una autopsia de la nube”. Los científicos franceses protestaron contra este programa -las cartas al presidente de la red de TV Francesa habían sido firmadas por los presidentes de las sociedades científicas más prestigiosas en biofísica, medicina nuclear y física nuclear. Dos años antes, científicos Polacos enviaron cartas similares de protesta al Consejo Nacional de Radio y Televisión. Esto fue motivado por la emisión de la documental Inglesa “Igor-un niño de Chernobyl”. Los científicos polacos declararon: “Esta película describe el caso de un niño con defectos en las extremidades, que nació en las vecindades de Minsk, en Bielorusia, dos años después del accidente de Chernobyl. En esta documental se afirma repetidamente que las deformidades del niño fueron causadas por la irradiación de polvo radioactivo. Los autores del film declaran que anormalidades similares en el desarrollo ocurrieron en un millón de niños en los territorios contaminados. Toda esta información es simplemente una mentira.”

Los miedos a las consecuencias del accidente cayeron en terreno receptivo -hasta se puede decir que las malas noticias eran esperadas. “Principalmente, era el resultado del miedo a la bomba atómica,” explica el Profesor Kazimierz Obuchowski, del Instituto de Psicología de la Academía de Bydgoszcz. “El desastre ocurrió en tiempos cuando el conflicto entre las superpotecias nucleares todavía existía, y varias organizaciones expusieron a viva voz sobre las consecuencias de una guera atómica. La gente buscó la información que podría respaldar sus temores -y sólo esa información fue considerada creíble,” considera el profesor Obuchowski.

Chernobyl, un Mito Lucrativo

¿Por qué se explota tan laboriosamente al mito de Chernobyl? La respuesta es: 1) el dinero; 2) el dinero y, 3) el dinero.

Ucrania y Bielorusia heredaron una pesada carga de la Unión Soviética. Las autoridades Soviéticas concedieron pensiones y privilegios sociales (equivalente más o menos a una docena de dólares americanos) a unas 600.000 personas (consideradas como víctimas de la explosión). Se estima que al día de hoy unas 3 millones de personas califican para recibir algún tipo de privilegio a cuenta de “un permanente detrimento de la salud causado por la radiación de Chernobyl.” Ningún político se atrevería a retirar esos subsidios y privilegios. Hasta el año 2015, en una empobrecida Bielorusia, sólo los “pagos de alivio de Chernobyl” suman $86.000 millones de dólares. A esto se deben agregar los costos de los arreglos de seguridad para el reactor arruinado.

La construcción del supersarcófago (el actual de concreto está en mal estado) costará $300 millones. Hasta la fecha, los Estados Unidos y la Europa Occidental han transferido $800 millones para la eliminación de las consecuencias del accidente; el Banco de Desarrollo y Reconstrucción (EBDR) planea contribuir con 2.3 mil millones de euros. Kiev reclama que, durante los próximos 20 años, afrontar los gastos de las con-secuencias del accidente le costará $5 mil millones! En ucrania se escucha a menudo que el vehemente reclamo de los políticos para mayor apoyo financiero “para liquidación de las consecuencias del desastre de Chernobyl”, tienen sus raíces en el hecho de que alguna parte de este dinero irá para parchar los agu-jeros del presupuesto del Estado y otro poco -quizás- a los bolsillos de los burócratas.



El museo en Kiev corrobora el Mito del accidente en Chernobyl.
Las fotos muestran a las víctimas del desastre.

Así Chernobyl todavía es presentado en los colores más oscuros posible. En 1996, durante la sesión de la Agencia Internacional de Energía Atómica, en Viena, el representante del Ministerio de Salud de Ucrania declaró que hasta el día 2500 personas ya habían muerto por enfermedades causadas por la explosión de Chernobyl. De acuerdo a esta información, las fatalidades fueron causadas por cánceres, enferemedades del sistema cardíaco y circulatorio, y desórdenes del sistema nervioso. En 1995, este mismo ministerio informó en sus partes de prensa que el accidente de Chernobyl había causado 125.000 muertes. Los expertos de la OMS (Organización Mundial de la Salud) protestaron enérgicamente contra esta declaración.

Valeri Pistchikov, quien monitorea en Ucrania las consecuencias del accidente de Chernobyl, declaró recientemente en público que “los desórdenes más frecuentes sufridos por la población de ucrania como resultado de la explosión de la planta atómica, incluyen cáncer y varias formas de enfer-medades que involucran a los sistemas nervioso, digestivo, sanguíneo y respiratorio.” Por otra parte, Vladislav Ostapienko, cabeza del Instituto para la medicina de Radiación de Bielorusia, le dijo a Reuters que a causa de la explosión de Chernobyl su país enfrenta una catástrofe demográfica: desde hace algunos años se registran más muertes que nacimientos, y además cada años nacen 2500 niños con defectos genéticos. Sin embargo, Ostapienko no mencionó el hecho que un bajo demográfico se nota en casi todo el territorio de la ex Unión Soviética, incluyendo su parte Asiática. Además, tomando en cuenta la población en Bielorusia, la cantidad de desórdenes genéticos serios entre los recién nacidos debería ser cinco veces más elevada. Pero eso nada tiene que ver con la radiación y en particular con Chernobyl: en todas las poblaciones esos defectos de nacimiento se muestran en el 6% de la población.

Chernobyl, o la mistificación más grande
del ecologismo internacional

Desde el mismo principio, el desastre de Chernobyl se convirtió en la principal arma usada por las organizaciones ecologistas en su guerra contra la energía nuclear. El accidente y sus supuestas horribles consecuencias tendrían que ser una advertencia para todos aquellos que planean la construcción de centrales nucleares. Esta campaña ha sido exitosa -y mucho! En Alemania, el parlamento dominado por los Social Demócratas y miembros del Partido Verde decidieron desmantelar todas las estaciones nucleares de generación eléctrica. En Francia, perviamente libre de la fobia antinuclear, los ecologistas presentaron una demanda similar. Mientras tanto, los ecologistas que llevan adelante tal feroz batalla contra las usinas nucleares son acusados por el lobby nuclear de estar pagados por la industria del gas y del petróleo, interesadas en cerrar las actuales centrales nucleares y demorar la construcción de futuras plantas.

“La organización ecologista Greenpeace dispone de más dinero que el presupuesto de algunas naciones Africanas. ¿De dónde proviene este dinero?”, pregunta el Profesor Lukasz Turski, del Centro de Física Teórica y Colegio para Ciencias de la Academia Nacional de Ciencias en Varsovia.”Greenpeace es una de las oranizaciones más fuertes que luchan contra la energía nuclear,” reconoce el Profesor Ziemowid Sujkowski, director del Intituto para Problemas Nucleares en Varsovia. “Esta organización es bien conocida por sus muchas acciones positivas en defensa del ambiente, pero está profundamente equivocada en el caso de las plantas nucleares de generación de electricidad. Quizás esa gente está siendo manipulada… Gente que se autotitulan “ecologistas” no pueden ser sordos a todos los argumentos racionales. La energía nuclear ejerce el menor de los impactos sobre el ambiente, en contraste con las plantas que queman carbón. El miedo a la radiación se enraiza principalmente en la ignorancia. La radioactividad es asociada con algo misterioso y extremadamente peligroso,”enfatiza el Profesor Sujkowski.

Las organizaciones ecologistas, mientras que son muy ruidosas para hacer públicos desastres en Ucrania, son reticentes para mencionar un accidente similar que tuvo lugar en marzo de 1979 en Three Mile Island, Pennsylvania, USA, y donde -como en Chernobyl- el núcleo del reactor se derritió. Pero gracias a condiciones adecuadas de seguridad, no se liberó a la atmósfera ninguna radioactividad peligrosa, nadie en las proximidades sufrió consecuencias, y las dosis de radiación obtenidas por una docena de operarios de la planta no fueron perjudiciales para su salud. Así parece que el problema no está en el combustible nuclear, sino en los sistemas de seguridad apropiados.

“Aun cuando la explosión hubiese causado la muerte de varios miles de personas, este no sería por cierto el peor desastre de la segunda parte del Siglo 20,” considera el Profesor Turski. “¿Quién habló con fuerza sobre las consecuencias del accidente ocurrido en 1984 en la planta de pestici-das en Bhopal, India? En este evento se liberaron al aire grandes cantidades de materiales fatal-mente tóxicos, matando a más de 15.000 personas,” enfatiza el Profesor Turski. “¿Cuántos miles de personas mueren anualmente a causa de los contaminantes emitidos por las usinas que queman carbón?”

Entonces, ¿imponen las centrales nucleares una amenaza real y mortal para el ambiente y los seres humanos? Tales recelos y dudas no son apoyadas por la información citada por los científicos. Quemar un millón de toneladas de carbón (sin dispositivos de filtrado) libera al atmósfera 20 toneladas de polvo, 25 toneladas de dióxido de azufre, 6 toneladas de óxidos de nitrógeno, y 20 mil toneladas de dióxido de carbono. El efecto perjudicial de esas sustancias para la salud humana es fácil de imaginar. En Polonia se queman anualmente 30 millones de toneladas de carbón en las estufas y cocinas hogareñas, donde no existen filtros. En comparación, una planta nuclear de 1000 MW (todas las plantas convencionales de generación eléctrica en Polonia suman 30.000 MW) genera solamente 30 toneladas anuales de residuos nucleares radioactivos.

“Si toda la energía eléctrica y de calor de la Gran Bretaña fuese producida por centrales nuclea-res, todos los residuos radioactivos generados por esas plantas podrían almacenarse en un área igual a un campo de fútbol,” dice el profesor Turski. En su opinión, el problema de los residus radioactivos no es más que otro mito, que es impulsado para convencer a la gente de que las centrales nucleares son perjudiciales. Tales residuos pueden ser perfectamente manejados de la manera adecuada.


“Si nos decidiésemos a obtener energía sólo de fuentes convencionales, estas fuentes se agotarían rápidamente,” sostiene el Profesor Sujkowski. “Sería tremendamente irresponsable. El agotamiento de los recursos del petróleo no sólo significa la falta de combustible para los hornos o los autos. ¿A partir de qué produciremos plásticos y algunos textiles?” advierte el Profesor Sujkowski. “Si la atmósfera que rodea a lo programas de generación eléctrica nuclear, formadas por el tratamiento mitológico del accidente de Chernobyl, no cambian rápidamente, entonces en unas pocas décadas una congelada humanidad comenzará frenéticamente a construir centrales nucleares,” afirma el Profesor Turski. “Y entonces tendremos una real causa para temer, porque esas plantas serán construidas a las apuradas y chapuceramente.”

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